La Tierra sufre un nuevo cambio climático, se forma un gran casquete en los polos y el nivel de los océanos baja, las lluvias se reducen aún más en África, las nubes del Atlántico no llegan.
Aparece el Homo Hábilis, sus inventos cambiarán la tierra. “Una piedra corta a otra piedra, la piedra corta la mano, si la piedra corta la mano puede cortar más cosas”. Un cocodrilo aparece muerto, numerosos kilos de carne para comer durante varios días pero con los dientes o palos no pueden cortarla, utilizan la piedra y lo consiguen.
Gracias a la piedra tallada el Homo Hábilis se alimenta mejor y perfecciona a su vez otras herramientas como los palos que se pueden afilar. Crea nuevas estrategias para sobre vivir. Estas técnicas pasan de mano en mano y con el tiempo se van perfeccionando. No todas las piedras sirven.
Es el primero en poder llamarse ser humano, es inventor, explorador, etc… Al compartir el saber aumenta la solidaridad entre los miembros. El espíritu del homo hábilis es el de conquista y de que nada le es imposible.
Son nómadas y van de un lugar a otro en busca de comida aunque le acechaban numerosos peligros. Había que observar, vigilar, ser astuto, hábil… Pudieron desarrollar un lenguaje muy rudimentario.
Mientras tanto otra rama de Austrolopitecus, el “Robustus” se instaló en las zonas más húmedas, con árboles y comida abundante, sin organización de grupo. No evolucionó y terminó por desaparecer.
Se ve obligado a cambiar su régimen alimenticio, recoge pedazos de carroña junto a hojas y granos. Aprenden a cazar pequeños animales.