Salida desde el parque de la Fuente de Abajo, en dirección a la redonda de la entrada del pueblo. Cruzamos la autovía por el puente pequeño y continuamos hasta el nudo de la entrada de Casabermeja, una vez aquí cruzamos en dirección al polígono “La Huerta”, el cual atravesamos dirección del antiguo campo de fútbol. Buscamos el río y subimos río arriba, encontraremos un dique el cual dejamos a nuestra derecha hasta que llegamos a una zona de terreno de labor. Continuamos hasta que encontramos el arroyo Lobozo, en su desembocadura al Guadalmedina. Continuamos río arriba, a nuestra izquierda nos encontramos un cortijo con una gran nave y tractores abandonados, cruzamos el río y continuamos por el lado derecho hasta la urbanización “El Alcaide”, la atravesamos por el carril pegado al río atravesando una cadena, hasta llegar a una explanada con eucaliptos. En frente encontramos el cortijo de “Cabrera” tomando dirección hasta él, una vez en él subir campo a través hasta llegar a las peñas.
Las Peñas de Cabrera están en un bosque totalmente virgen, sin tener ningún área recreativa, ni itinerario establecido, podemos disfrutar de un hermoso bosque mediterráneo en el que parece que no ha llegado la mano del hombre. Se encuentran casi todas las especies vegetales autóctonas, hoy casi desaparecidas en nuestros campos. Predomina como matorral bajo las jaras, esparragueras, lavanda; y como especies arbóreas la encina y el acebuche.
En cuanto a fauna se refiere, se pueden encontrar especies tan castigadas como el zorro, meloncillos, erizos, habiendo en más cantidad el conejo. También podemos encontrar entre aves la primilla y el mochuelo, y como reptiles más característicos nos podemos tropezar con alguna lagartija o culebrilla.
Aunque lo más importante de este paraje son los restos arqueológicos que existen. Se trata del yacimiento arqueológico de pinturas al aire libre más importante de Andalucía. Un enclave con representaciones pictóricas o rupestres de hace más de 5.000 años que cuenta con 77 abrigos ocasionados por la erosión de un cerro de arenisca, de los cuales 29 tienen manifestaciones rupestres; además de un Dolmen, “El Tajillo del Moro” contemporáneo éste a las pinturas, de época del calcolítico y en estado muy precario.
El yacimiento cuenta con 6 abrigos principales agrupados, al aire libre, sujetos a la erosión tanto natural como humana y dispuestos en una especie de plaza orientada al norte.
Fueron descubiertos en 1.976 por un pastor, quien se lo contó a un catedrático de la universidad de Málaga y a partir de aquí se comenzó la investigación.
La vuelta de esta ruta la realizamos por el mismo sitio.