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Nuestros Bienes de Interés Cultural

Descubre los monumentos y parajes más relevantes

Peñas de Cabrera

yacimiento arqueológico

Se trata del yacimiento arqueológico de pinturas al aire libre más importante de Andalucía. Un enclave con representaciones pictóricas o rupestres de hace más de 5.000 años que cuenta con 77 abrigos ocasionados por la erosión de un cerro de arenisca, de los cuales 29 tienen manifestaciones rupestres; además de un Dolmen, “El Tajillo del Moro” contemporáneo éste a las pinturas, de época del calcolítico y en estado muy precario.

Se descubrieron en 1.976 por un pastor, quien se lo contó a un catedrático de la universidad de Málaga y a partir de aquí se empiezó la investigación. Se ha hecho un estudio del yacimiento pero no en mucha profundidad en el cual se hayan datado todos los abrigos con las pinturas. La finca fue adquirida por la Junta de Andalucía y tiene protección jurídica y administrativa pero no se le ha dado ninguna protección física, ya que el yacimiento se encuentra esparcido por una gran extensión de terreno.

Entre los abrigos, tenemos 6 principales agrupados y dispuestos en una especie de plaza orientada al norte, posible lugar de reunión. Las pinturas se confunden con manchas rojizas que son óxido de hierro, no sangre como se suele decir en estos casos. Este rojo se manifiesta de diferentes tonalidades según la paleta en que se hicieran y alguna de las figuras están re-pintadas en la misma época.

Una escena de danza, figuras ramiformes, pectiniformes y argoroformes, otras figuras en forma de cruz y una con una parecida forma de hacha, son varias de las pinturas que podemos contemplar en el paraje.

 

Otra característica muy importante es la orientación de Peñas de Cabrera. La salida del sol tiene su significado para esta sociedad, ya que conocían los ciclos solares y podían controlar los cultivos, ganados, etc.

Cementerio

Monumento Nacional
 

El cementerio de Casabermeja es uno de los más famosos y peculiares de toda Andalucía, construido en el siglo XVIII, cuenta desde 1980 con la declaración de Monumento Nacional y desde 2006 con el título de Bien de Interés Cultural.

Hay quien lo compara con un pequeño pueblo de fallecidos, con calles estrechas y fachadas cuidadas.

El camposanto se divisa desde la carretera y al sobresalir los panteones más altos se creó el falso mito de que en Casabermeja se enterraba a los muertos de pie.

Se ubica en la zona de la ermita de San Sebastián, con un entorno paisajístico privilegiado y el río Guadalmedina en su lado sur.

Su origen surge al quedarse pequeñas las nicheras bajo la iglesia y por razones de salubridad. Al ir creciendo el pueblo, y por tanto sus fallecimientos, se necesitaba un nuevo lugar para los enterramientos. En principio los habitantes no querían ser enterrados en el actual cementerio por lejanía a Dios y a la iglesia. Pero poco a poco y por orden real de Carlos III todos los enterramientos tuvieron que empezar a hacerse aquí. Con objeto de compensar esa lejanía a Dios y a la iglesia, se empezaron a disponer los nichos alrededor de la ermita, al igual que estaban dispuestas las casas del pueblo respecto a la iglesia. Y para darle esbeltez a las futuras residencias se erigieron con los frontones que actualmente podemos comprobar.

 

Portada de acceso

La portada consta de un arco de medio punto y un frontón superior. Tras ella se accede a la plaza de San Sebastián y a un espacio ajardinado que conduce hasta la ermita de San Sebastián. En este espacio se da el pésame a los familiares en los entierros. Los velatorios de Casabermeja tienen la particularidad de que el difunto es acompañado por las mujeres en su casa, y los hombres se reúnen en alguna casa cedida por alguno de sus vecinos. Aunque desde que tenemos el tanatorio, cada vez son menos las familias que hacen los velatorios en sus casas y esta costumbre se está perdiendo.

 

La ermita

El exterior presenta una portada con líneas muy simples, con frontón triangular y coronada por una espadaña que alberga una campana. A este lado se encuentra lo que antiguamente era una sala de autopsias.

Su interior es de una sola nave formada por tres bóvedas de arista apoyadas sobre pilastras. En el altar se ubica el retablo de San Sebastián, compuesto de un cuerpo de una calle, con hornacina central que alberga la imagen titular, flanqueada con dobles pilastras y entablamento superior que da paso al ático.

A ambos lados se encuentran hornacinas, una con San Roque y su perro sin rabo y la otra con La Purísima.

 

Distribución y nichos

Los nichos fueron instalándose sin modelo prefijado, atendiendo básicamente al terreno. Fácilmente se puede observar que unos nichos están a distinto nivel que otros. Son de planta rectangular, y se encuentran adosados unos a otros, cubiertos con bóvedas de cañón de altura variable. En la parte trasera no presentan decoración y en la zona frontal se disponen portadas de muy distintas características formales. Se estructuran con uno o dos cuerpos; la parte baja se corresponde con el espacio cubierto por la bóveda y lleva una puerta de acceso a la misma, tradicionalmente en forma de arco y protegida con una reja de hierro forjado por donde se introduce el féretro. El cuerpo alto se añade para realzar el conjunto y es el lugar donde se coloca la lápida protegida por una puerta de vidrio o barrotes, terminando dicho cuerpo en frontón triangular o curvo rematado con una cruz de hierro forjado, sin haber 2 iguales en todo el recinto. Las portadas se encuentran decoradas con todo tipo de elementos clásicos, como pilastras, molduras y frontones, siendo el acabado tradicional a base de enfoscado y pintura de cal blanca.

En los años 70 y principio de los 80, nuestro cementerio sufrió la influencia del desarrollo que aportó el nuevo acceso a Málaga en 1.973. Al desarrollarse la construcción en la costa del sol, numerosos vecinos del pueblo empezaron a trabajar en este gremio quienes se traían restos de azulejos los cuales para hacer más cómoda la limpieza, fueron poniendo en los nichos, creando un atentado patrimonial contra nuestro cementerio. Afortunadamente y tras su declaración como monumento nacional en 1.980, se elaboró un plan director de mantenimiento y conservación y se eliminaron estos aspectos. Se han dejado algunos para que nos demos cuenta de lo horribles que son y no volvamos a caer otra vez en el mismo error.

 

Calles

Todas las calles están pavimentadas con cantos rodados y mortero de cemento y los acerados pavimentados con solería de barro y ladrillo que, se escalonan formando una plataforma delante de los nichos y adaptándose al terreno.

 

Torre Zambra

En el campo del simbólico escudo de la villa de Casabermeja figura una torre “Atalaya”, denominada Zambra.

Este edificio, ubicado en la cima de un monte estratégico, corresponde al menor elemento arquitectónico del aparato defensivo-militar musulman, la “talaya” conocida en tiempos cristianos como torre de “Rebato”

Sus funciones eran de vigilancia y alerta sobre un espacio territorial definido, en este caso la cuenca del río Guadalmedina, zona natural vulnerable a cualquier penetración enemiga. Zambra erigida en un punto privilegiado, desde un aspecto geográfico, es el vértice de un ángulo protector conectado ópticamente con sus homónimas de “Los Verdiales” y “Jotrón”, así como otra posible almenara en Las Pedrizas, que comunicaría con la Vega de Antequera, a través de “El Hacho”. Es difícil determinar la cronología exacta de la atalaya pero sin duda debía existir a fines del siglo XIII y XIV.

Responde a un tipo constructivo de forma tronco-cónica, diseñado para hacer señales de alarma, conocidas como “almenaras” por realizar fuegos nocturnos para alertar durante la noche y señales de humo durante el día. Esta de Zambra ha sido reconstruida recientemente y responde al prototipo de las atalayas musulmanas, es el baluarte defensivo de Casabermeja.

Su situación permite observar maravillosas vistas de la provincia.

En días despejados se pueden observar unas increíbles vistas panorámicas de Málaga, Montes de Málaga, parte de Granada, pueblos colindantes a Casabermeja (Villanueva de la Concepción y Colmenar), el Torcal y hasta el Norte de África. Conectándolos visualmente  y con el río de la ciudad de Málaga, el Guadalmedina

Tan hermosas son las vistas que podemos visualizar desde la Torre Zambra, que  escritores tan famosos como Miguel de Cervantes y Vicente Espinel, nombran este entorno natural en algunos de sus libros que sitúan el pelegrinar por estas tierras del “Licenciado Vidriera” y de “Marcos de Obregón”.

Iglesia de Nuestra Señora Del Socorro


 

Su origen se remonta al siglo XVI, tras la reconquista de los pueblos cristianos. Y se amplía en el S-XVIII dando lugar a lo que tenemos ahora. Una de las iglesias rurales más grandes de la provincia. Hay que tener en cuenta que en el S-XVIII Casabermeja llegó a tener sobre 5.000 habitantes gracias al cultivo de la vid.

A lo largo de la historia ha sufrido varios atentados, en la guerra civil española se quemaron parte de sus imágenes y objetos de orfebrería. Y también ha desempeñado la función de lugar de encuentro, reunión y toma de decisiones municipales.

Además ha tenido varias restauraciones, una en 1.976 y la más reciente, en 1.995 en la cual se restauraron en profundidad los tejados, torre, muros y laterales. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina con tres naves, la central más grande y las laterales a cada lado (Epístola con la cripta debajo y Evangelio). Con un crucero con una cúpula siendo éste el eje de la iglesia.

El altar mayor cuenta con un retablo de 3 calles y 2 cuerpos, una hornacina en la calle central donde se encuentra nuestra señora del perpetuo socorro, titular del templo con San Joaquín a un lado y Santa Ana al otro.

Dispone de varios camarines, todos ellos del S-XVIII de delicada ornamentación, uno del sagrado corazón de Jesús con otro retablo dorado y de estilo neoclásico, también con 3 calles y dos cuerpos. Y que durante varios años estuvo como retablo del altar mayor. Además, el de Jesús Nazareno y La Virgen de los Dolores.

Podemos destacar la carpintería antigua de sus puertas, casi todas distintas pero de gran valor artístico.

También cuenta con varias pinturas, todas con motivos religiosos y de varios autores anónimos, son del siglo XVIII y gozan de un buen estado de conservación.

Entre sus imágenes más destacadas cuenta Jesús Nazareno procesionado en el Jueves Santo, La Virgen de los Dolores, Patrona de Verdiales y procesionada el Viernes Santo de madrugada; Una Piedad y un crucificado, más recientes estos y con una expresión de sufrimiento en sus rostros.

En la albacería se encuentra dos grandes armarios, el de la izquierda nuevo y copiado del de la derecha, original del siglo XVIII el cual albergaba las andas, talla de madera que se procesiona en el Corpus Christi. En los años noventa se talló una réplica nueva la cual sale en procesión en la actualidad. Además de más elementos de orfebrería cofrade.

En el exterior destaca su fachada que acusa su organización interior, se pueden apreciar las 3 naves, claramente separadas, el pórtico de entrada, de corte clásico siendo los únicos elementos de piedra de todo el edificio, tiene un arco de medio punto, una puerta de madera de nogal y en la parte superior una ventana semicircular que ilumina el coro. Arriba del todo destaca el frontón con una cruz con flores de lis en cada una de sus puntas.

Bajo sus cimientos encontramos la cripta que dispone 3 hileras de 17 nichos cada una. Este es el origen del cementerio de Casabermeja hasta el S XVIII, a partir de aquí se construyó el de San Sebastián.

La torre

De 5 cuerpos, ladrillo visto y color rojizo o bermejo. En los 3 primeros tiene ventanas, en el cuarto el reloj y en el último las campanas bajo unos huecos de arcos de medio punto. Las esquinas están achaflanadas y decoradas con pilastras.

Normalmente las iglesias de esta época tenían la torre en el lado derecho según se entra, en lo que serían en nuestra iglesia los camarines de Jesús Nazareno o de la Virgen de los Dolores, sin saber exactamente por qué en esta iglesia se encuentra en el lado del altar mayor.

También hay que destacar de nuestra torre el lenguaje de sus campanas, además de las señales horarias, repican cuando hay fuego, o en fiesta, o para llamar a los feligreses a misa, o el más particular, llamado doble y sirve para anunciar que ha muerto alguien; siendo este doble triste, y diferenciando si es masculino o femenino el fallecido.